El agua es el elemento más importante y abundante del planeta. Gracias a ella nace la vida tal y como la conocemos ahora. Es además un componente imprescindible del cuerpo humano e interviene en casi todos los procesos que tienen lugar en el organismo.
Afortunadamente, en nuestro entorno tenemos acceso al agua potable y al saneamiento durante 365 días del año y 24 horas al día, pero ¿sabemos con certeza de dónde viene, qué tratamiento recibe antes de ser consumida y qué sucede cuando se va por el desagüe? En Aguas del Añarbe más de 100 personas se encargan del servicio público de la gestión del ciclo urbano del agua de manera profesional y con el máximo respeto al cuidado del medio ambiente.
Tiene la misma altura que la catedral del Buen Pastor de San Sebastián y una capacidad de 15.000 piscinas olímpicas.
Es el corazón del sistema donde cada segundo se tratan 800 litros de agua.
Distribuyen el agua a los hogares, con una autonomía de más de dos días ante averías o incidencias.
El agua depurada se vierte al mar en la zona de Mompás a 1.200 m de la costa y a 50 m de profundidad.
Limpia las aguas residuales domésticas e industriales antes de vértelas al mar.
Los lodos derivados del proceso de depuración se destinan a parcelas agrícolas para diversos cultivos, a los que aportan nutrientes ahorrando parcialmente el uso de abonos industriales.